jueves, 12 de junio de 2014

Una preciosa factura y la profecía autocumplida


UNA PRECIOSA FACTURA



UNA PRECIOSA FACTURA

 Cierta tarde un pequeño se acercó a su madre, que preparaba la cena en la cocina, y le entregó una hoja de papel en la que había escrito algo. Después de secarse las manos y quitarse el delantal, ella leyó lo que decía la nota:

Cortar el césped del jardín............ $15.00

Limpiar mi cuarto esta semana ...... $5.00

Cuidar de mi hermano.................... $5.00

Ir a la panadería.............................. $0.50

Sacar la basura toda la semana.......$2.50

Libreta con buenas calificaciones $  50.00

Limpiar el patio.............................    $5.00

TOTAL ADEUDADO................. $83.00 Al terminar la lectura, la madre miró con seriedad al chico mientras él aguardaba expectante. Y sin decir palabra, ella tomó un lapicero y en el reverso de la misma hoja anotó:

Por llevarte nueve meses en mi vientre y darte la vida.................... NADA

Por tantas noches de desvelos, curarte y orar por ti........................ NADA

Por la alegría y el amor de nuestra familia............................... NADA

Por el temor y las preocupaciones cuando enfermabas........................ NADA

Por comida, ropa y educación....... NADA

Por tomar tu mano y darte apoyo............................................. NADA

Cuando el niño terminó de leer lo que ella había escrito, tenía los ojos llenos de lágrimas. La miró a los ojos y le dijo:

—Te quiero, mamá. Luego tomó el lapicero y escribió con letra muy grande en el papel: “TOTALMENTE PAGADO”.

La Profesia Autocumplida



LA PROFECÍA AUTOCUMPLIDA



Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14.  Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación.



Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: "No sé pero he amanecido con el presentimiento que algo muy grave va a sucederle a este pueblo".El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:


"Te apuesto un peso a que no la haces".


Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla.



Y él contesta: "es cierto pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".
Todos se ríen de él y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.


-¿Y porqué es un tonto?


-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.

Y su madre le dice:


- No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.



Una pariente oye esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:
"Deme un kilo de carne" y en el momento que la está cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice:


"mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando y comprando cosas".


Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..."

Se lleva los cuatro kilos y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.

Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo.
Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.


Alguien dice:


-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?


-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!


Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.

 
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.


-Sí, pero no tanto calor como ahora.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:


"Hay un pajarito en la plaza". Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.


-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora.


Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.


-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.


Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.


Hasta que todos dicen: "Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos".
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.

Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.


Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado:
"¿Vistes mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?"



Gabriel García Márquez



viernes, 6 de junio de 2014

Bullying

http://stephany162000.blogspot.com/2014/06/bullying.htmlbulling
Que no hay que hacerle bullying alas personas porque ellas se siente
 mal